Podríamos definir la meditación como la práctica que persigue callar la mente, los ruidos que distraen nuestra atención, para permitir centrarnos en el momento. En lo que justo en ese momento experimentamos y sentimos.
La meditación tiene múltiples beneficios comprobados científicamente: proporciona descanso mental, fomenta la creatividad, estimula zonas cerebrales vinculadas a la felicidad, estimula el sistema inmune, libera estrés y ansiedad, potencia el estado de concentración y memoria, entre otros.
Muy a menudo, el principal argumento que tenemos para auto-convencernos de que no podemos cambiar de hábitos o de que no podemos incorporar nuevos hábitos saludables en nuestra vida es la falta de tiempo.
Mi respuesta habitual es, si no tienes media hora al día, ni veinte minutos, ni un cuarto de hora, ¿tienes dos minutos? Eso es más que suficiente para empezar y para conseguir una mejora significativa en cómo nos sentimos. Un minuto por la mañana y otro por la noche, por ejemplo y para empezar. Y algunos comienzan por ahí, y luego siguen…
En este caso, el hábito saludable que tratamos que transmitiros, es la iniciación en la meditación. Os dejamos un vídeo sobre una técnica de meditación muy sencilla:
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