Resulta muy difícil establecer los límites entre celos «normales» y patológicos o enfermizos.
Se suele considerar, que si quieres a alguien es normal sentir celos. Es más, si la otra persona no los experimenta, se puede llegar a pensar que no nos quiere de verdad. Pues bien, la realidad es muy diferente.
Querer a alguien no tiene que ver con la inseguridad, desconfianza o control. Amar tiene que ver con la confianza y el respeto mutuo. Amar tiene que ver con sentirte segura o acompañado, aun no teniendo a la persona presente.
El amor sano acepta al otro sin condiciones, siendo generoso. Permitir su individualidad en equilibrio con la tuya, es la mayor muestra de amor incondicional hacia el otro.
No obstante, sentir celos ante ciertas situaciones puede considerarse como una emoción normal, ya que son frecuentes entre la población y como norma general no deben constituir un problema psicológico. Visto desde esta normalización, pueden reflejar la preocupación por la anticipación de la posible pérdida de alguien a quien queremos, la retirada de atención hacia nosotros de esa persona, o bien, el temor a una infidelidad.
Por ejemplo, podría llegar a ser comprensible que nos podamos sentir mal ante la presencia de un amigo o amiga de nuestra pareja, al que o la que empieza a prestarle más atención. Pero, de ese sentimiento de malestar, a tratar de controlar a nuestra pareja, intentar que deje de ver a su amigo o amiga, tener discusiones frecuentes, hay una gran diferencia.
Además, queremos hacer la aclaración de que no hablamos de celos sanos, puesto que el que sean considerados «normales», no quiere decir que sea una emoción, que en sus diversas formas de expresión, pueda considerarse sana, ya que es una emoción desagradable y puede conllevar problemas.
Los celos se vuelven patológicos o enfermizos cuando la emoción tiene su origen en un deseo desmedido por poseer algo de forma exclusiva, de uno y de nadie más, y a los que subyace la infidelidad (real o imaginaria) de la persona que uno ama. Los celos patológicos se encuentran condicionados por un sentido desmesurado de propiedad y de exclusividad.
Hay una serie de pensamientos arraigados en la persona que experimenta celos patológicos:
Estos celos enfermizos generan un intenso malestar en las personas que los experimentan, ansiedad, miedo, la preocupación llega a obsesionarle e interferirle en actividades, realiza comportamientos para ejercer control sobre esa preocupación y comprobar que no ocurre eso que piensa, aparecen frecuentemente discusiones con la pareja, etc.
El mecanismo interno que subyace en los celos patológicos es el siguiente:
→ La situación (no se dónde está, con quién está, no me contesta al WhatsApp, etc.), dispara una serie de pensamientos (estará con alguien, con quién estará hablando, etc.), que evocan ansiedad y temor (emoción) en la persona, junto con una interpretación altamente sesgada de los hechos (me está poniendo los cuernos) lo que conlleva la realización de comportamientos compulsivos (mirar la hora del WhatsApp, si está su coche, llamar a X para ver si están juntos, etc.) para ejercer control sobre la situación y obtener una liviana y poco duradera tranquilidad.
Toda esta explicación, constituye la pauta genérica desadaptativa, característica de los celos enfermizos.
Si esto es así, ¿cómo podemos controlar los celos?
Hemos descrito cuándo los celos se vuelven un problema, qué son los celos patológicos, cómo funcionan, algunas pautas para superarlos, pero lo ideal, es aprender a prevenirlos.
Es por ello, que es importante tener presente ciertas señales de alarma, que pueden indicarnos que los celos están empezando a volver un problema:
Son algunas de las señales de alerta, que pueden informarnos sobre la inminente aparición de los celos.
Por tanto, no debemos caer en el error, de banalizar los celos, bajo la premisa de que «si queremos a alguien es normal experimentarlos», puesto que, como decíamos al inicio, no hay mayor prueba de amor incondicional que preservar el equilibrio entre nuestra individualidad y la de nuestra pareja.
Fuente de la imagen: amorfm, rincondeltibet, okdiario y files.
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