Cómo alejarme de las personas tóxicas

Huir de personas tóxicas

Personas tóxicas es un término que se ha puesto de moda de hace un tiempo a esta parte, pero realmente, existen desde siempre.

De hecho, todos hemos tenido un amigo/a de la infancia, que a nuestros padres no les gustaba y que siempre decían eso de: “no te vayas con fulanito/a…”.

Una persona tóxica, por definición, es aquella que hace que no te sientas bien, que impide que seas libre en tu forma de ser y actuar, que rompe tu autenticidad y crea una relación de dependencia con respecto a él o ella.

Las personas tóxicas las podemos encontrar en cualquier sitio: compañeros/as de trabajo, vecinos, familiares, amigo/as y pareja.

Vamos a ver de qué forma alejarnos de gente tóxica, pero lo primero que vamos a analizar son sus características para poder detectarlas.

Características de las personas tóxicas

Suelen ser personas egoístas, aunque siempre te venden que nos están haciendo un favor
Necesitan un reconocimiento constante
Siempre tienen una experiencia más importante que contar, o les ocurrió algo aún mucho mejor,….
Te cuentan todos sus problemas y ya no tienen tiempo de escuchar los tuyos
Suelen quejarse con bastante frecuencia, en lugar de centrarse en soluciones
No asumen su responsabilidad y tienen excusas para todo
Manipulan sin que nos demos cuenta, haciéndonos creer que perderemos si dejamos de contar con ellos/as
Les encanta ser el centro de atención, tanto para lo bueno como para lo malo
Suelen ser personas celosas, con cierta soberbia y tendentes a envidiar
Las emociones que provocan en nosotros son, por norma, emociones negativas
Crean en nosotros una necesidad constante de obtener su aprobación y sentimientos de culpa

Claves para alejarnos de las personas tóxicas

Una vez que hemos visto las características de la gente tóxica, vamos a ver de qué forma podemos huir de ellas.

No resulta tarea fácil, ya que este tipo de relaciones suelen empezar de forma insidiosa, casi sin darnos cuenta. Lo habitual es empezar a detectarlas cuando ya se ha establecido una relación de dependencia con ellas.

Detectarlas. El primer paso para alejar a este tipo de personas de nuestras vidas es saber detectar que forman parte de la misma.
Poner límites. Algo muy muy importante. Una vez he detectado que mantengo una relación con una persona tóxica, el siguiente paso es poner límites. Empezar por frenar aquellas conductas que menos nos cuestan, hasta llegar a las que nos resulten más difíciles. Esto es importante hacerlo con asertividad.
Reforzar nuestra autoestima. Algo que consigue una relación con una persona tóxica es que tengamos sentimientos de culpa y necesidad de buscar su aprobación, con lo que es una relación que puede disminuir un poco nuestra autoestima. Con lo que trabajar en la línea de reforzarla puede ayudarnos en ese camino de alejar a la gente tóxica.
Pasar a la acción. Si aun poniendo límites y reforzando la autoestima, seguimos teniendo emociones negativas y siguen absorbiendo nuestra energía, solo queda alejarnos de ellas. Somos libres de decir que personas queremos en nuestras vidas y a quienes no. Bajo la base del respeto, pon en práctica tu derecho a decidir.
Cuando la convivencia es obligada. Como decíamos al principio de este artículo, la persona tóxica puede pertenecer a cualquier esfera de la vida. Cuando se trata de un amigo/a, es fácil, nosotros elegimos, pero se puede dar el caso que se trate de un familiar o compañero de trabajo. Ante esta situación, lo que podemos hacer es intentar reducir el contacto al mínimo posible, e intentar no prestar atención ni dejar que cale en nosotros su comportamiento.

Está claro que puede tratarse de personas que no están bien, que son personas que lo pasan mal y que no están satisfechas, pero ante todo hay que pensar en uno/a mismo/a. Practicar un egoísmo sano, encaminado a exprimir el máximo de bienestar posible de cada una de las situaciones que nos regale la vida.

Fuente de la imagen: Pixabay

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