¿Cómo sacarnos de la cabeza a alguien que nos dañó?
¿Cómo sacarnos de la cabeza a alguien que nos dañó?
¿No os ha pasado alguna vez, que alguien que os hizo daño o dañó a alguien querido, os es imposible sacároslo de la cabeza?
En ocasiones quedamos atrapados en nuestros pensamientos de rencor, enfado o incomprensión hacia el comportamiento de esa persona, sin poder sacárnoslo de la cabeza y recordando frecuentemente sus palabras, las imágenes de lo sucedido o pensando y repensando el por qué actuó así.
Estas conductas son muy frecuentes, entre otras situaciones, en parejas que rompen su relación de una forma brusca y repentina.
Pero, ¿qué podemos hacer con estos pensamientos?
A continuación proponemos algunos sencillos métodos para disminuir la presencia de estas personas en nuestra mente.
Es muy importante dejar de habla de ello.
Ya lo has hablado, ya te has desahogado, ya has escuchado consejos, ahora te toca descansar y dejar de nombrarlo y nombrar la situación. El hecho de no hablar de ello, ayudará a que vayan saliendo de tu cabeza esos pensamientos, al no tenerlo tan presente.
Date tiempo
Frecuentemente pensamos que las cosas deben resolverse ya, al instante. Hemos de tener presente que todo tiene su tempo, por ello permítete esperar y ver cómo van sucediendo las cosas. Evita la urgencia, aunque el transito sea doloroso.
No siempre es culpa tuya
Evita responsabilizarte y pensar que eres sólo tú eres culpable, pues difícilmente esto podrá ayudarte a avanzar.
Recuerda que normalmente la culpa es compartida y en raras ocasiones la responsabilidad recae en una única persona.
Evita pensar por los demás
Es muy frecuente que hagamos cábalas sobre lo que piensa o pensaba la otra persona, llegando incluso a creer que conocemos a la perfección sus pensamientos e intenciones. Pero hemos de saber que es imposible conocer al 100% los pensamientos de otra persona, es imposible entrar en su cabeza. Y esto lejos de ayudarnos a avanzar, nos anclará en la culpa, el enfado o el rencor, manteniendo nuestro malestar y sufrimiento.
No tomes decisiones permanentes por emociones temporales
Si un tema te irrita demasiado y te entran ganas de gritar, llorar o tener cualquier reacción emocional exagerada, cálmate primero antes de hablar y tomar una decisión, y piensa lo que vas a decir y cómo puedes hacerlo de un modo sano para ti.
Es importante que seas tú quien decide, no tus emociones.
Cuidado con creer todo lo que pensamos
En ocasiones de alta implicación emocional, se nos pasan por la cabeza determinados pensamientos, que frecuentemente consideramos que son ciertos, sólo porque los hemos pensado.
Ten presente que nuestra lógica puede jugarnos malas pasadas, pues tendemos a castastrofizar, a generalizar, a tener pensamientos del tipo todo o nada, etc.
Relájate primero antes de tomar decisiones y coge, sólo con pinzas, esas primeas ideas y pensamientos que se pasaron por tu cabeza.
Date la oportunidad de descansar del sufrimiento
No estamos obligados a mantenernos instalados en el sufrimiento, no le debemos nada, no tenemos un contrato con él. Por ello, pasado un tiempo, aunque suene extraño debemos trabajar el perdón.
Esto no sólo lo haremos por la otra persona, sino por nosotros mismos. Perdona por la autoprotección que nos proporciona el dejar de sufrir, ya que nos permitirá descansar y volver a ser felices.
Fuente imagen: http://pixabay.com/p-240730/?no_redirect